
Desde una perspectiva amplia, la evaluación de una Programación de Aula podría presentar tres momentos diferenciados:
1. El primero de ellos nos invita, tras su planificación y previamente a su desarrollo y aplicación en Unidades Didácticas o proyectos de trabajo, a reflexionar sobre la inclusión y pertinencia adecuada de todos sus elementos.
Para ello, podemos utilizar el siguiente cuestionario, diseñado por Martín Pinos Quílez, a rellenar por el propio profesor, y que aportará una información útil sobre el proceso de trabajo que ha planteado desarrollar.
Después de haber realizado algunas modificaciones del cuestionario inicial, el resultado es el siguiente:



2. El segundo momento corresponde a la modificación que se realiza de la Programación de Aula durante su propio desarrollo.
Así, podríamos utilizar diversos instrumentos de evaluación, como el cuaderno del profesor y el registro anecdótico, entrevistas y encuestas a los alumnos…que aportarán información que nos permitirá reflexionar sobre una posible reorientación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por ejemplo, como un registro anecdótico a final de cada Unidad Didáctica, el profesor podría realizar un proceso de reflexión y responder a las siguientes preguntas:

3. Por último, tras finalizar el proceso de enseñanza-aprendizaje y la aplicación de la Programación de Aula, y utilizando los datos que hemos tomado en los pasos previos, tendremos una perspectiva más completa que podremos complementar con los resultados de la evaluación del aprendizaje del alumno.