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METODOLOGÍAS ACTIVAS

       La enseñanza basada en metodologías activas es una enseñanza centrada en el estudiante, en su capacitación en competencias propias del saber de la disciplina. Estas estrategias conciben el aprendizaje como un proceso constructivo y no receptivo.

 

       Un segundo elemento que fundamenta la utilización de estas metodologías activas es el aprendizaje autodirigido, es decir, el desarrollo de habilidades metacognitivas, pues promueve un mejor y mayor aprendizaje.

       

       Así, el estudiante ha de ser responsable de su propio aprendizaje, buscando, seleccionando, analizando y evaluando la información, asumiendo un papel más activo en la construcción de su propio conocimiento.

     

        Además, estas metodologías destacan la importancia de la contextualización de la enseñanza, es decir, que debe tener lugar en el contexto de problemas del mundo real o de la práctica profesional, pues así se promueve la actitud positiva de los estudiantes hacia el aprendizaje y su motivación, lo que es imprescindible para un aprendizaje con comprensión.

 

       Podemos decir que llevar a cabo estas metodologías consiste en un plan de acción por pasos, en función de las metas del profesor y objetivos de los alumnos. Se deben tomar en consideración ciertas variables, como número y características de los alumnos, materia, profesor…Por eso, cada método tiene sus indicaciones y contraindicaciones.

 

       Finalmente, consideramos que las dos grandes tareas que el profesor debe llevar a cabo en el aspecto metodológico son las siguientes:

  • Planificar y diseñar experiencias y actividades de aprendizaje coherentes con los resultados esperados, teniendo en cuenta los espacios y recursos necesarios.

  • Facilitar, guiar, motivar y ayudar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje.

 

 

       Como podemos ver, estos principios educativos comunes a las metodologías activas de enseñanza llevan a presentar una serie de componentes en los cuales el estudiante afronta problemas que debe estructurar, y esforzarse, con ayuda del profesorado, por encontrar soluciones con sentido.

 

Estos componentes serían los siguientes: (Johnson et al 2000):

 

  • El escenario:

El escenario establece el contexto para el problema, caso o proyecto. A menudo le dice a los estudiantes qué función, rol o perfil profesional van a asumir.

 

  • Trabajo en grupo:

Los estudiantes trabajan asociados en pequeños grupos. La complejidad de los problemas puede llegar a ser tal que los miembros del grupo tendrán que repartirse las tareas para avanzar.

Los estudiantes tienen una responsabilidad con el trabajo eficiente del grupo así como con el desarrollo de su aprendizaje individual.

 

  • Solución de problemas:

Los problemas planteados a menudo son complejos por naturaleza y necesitarán en general razonamiento e indagación.

 

  • Descubrimiento de nuevos conocimientos:

Con el fin de encontrar una solución con sentido, los estudiantes tendrán que buscar nuevos conocimientos. Desde el mismo comienzo, los estudiantes deben determinar qué saben y qué necesitan saber para poder continuar.

 

  • Basado en el mundo real:

El énfasis principal es animar a los estudiantes a comenzar a pensar como profesionales.

 

 

 

       Dentro de estos elementos comunes cada una de las metodologías presenta concreciones particulares. Estas características son las siguientes:

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